Desafíos Políticos y Económicos, y un Contexto que no ayuda.

El gobierno de Javier Milei enfrenta una tarea monumental: superar las crisis internas de su espacio político, estabilizar la economía y restaurar la confianza de los mercados.

Federico Pellegrini

5/29/20243 min read

El gobierno de Javier Milei enfrenta una tarea monumental: superar las crisis internas de su espacio político, estabilizar la economía y restaurar la confianza de los mercados. La realidad de la situación es clara y cruda, y mientras no se cuente con un plan de estabilización efectivo, la incertidumbre persistirá. La historia económica Argentina nos enseña que los desafíos son grandes, pero también lo es la capacidad de su gente para resistir y buscar un futuro mejor.

La frase del cantautor Joan Manuel Serrat, "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio", nos pinta el actual panorama económico y político. Nos recuerda que la verdad, aunque sea dura, no es en sí misma triste o desalentadora; lo verdaderamente inquietante es la falta de soluciones para las situaciones que revela. Y en esa encrucijada se encuentra el gobierno argentino hoy, donde los Datos son datos, y la realidad es consecuencia de las decisiones de tu política económica.

Los datos te muestran que el gobierno de MIlei, enfrenta una serie de desafíos en tres frentes: el financiero, el económico y el político. A pesar de que estas dificultades son comunes en todas las gestiones, la situación se agrava cuando se carece de ideas nuevas y soluciones innovadoras, y recurrimos a viejos esquemas como el que plantea la economía Austriaca, y funcionarios que en algunos casos estuvieron en las últimas crisis económicas, como Caputo, Sturzzeneguer o Bullrich.

La economía argentina atraviesa una recesión sin precedentes, con caídas en el salario real y aumentos en los despidos (más de 275 mil cuentas sueldos cerradas en los últimos 6 meses), datos que no se veían desde la pandemia. Las promesas de superávit y bonanza económica parecen ahora más lejanas que antes, y la utopía de la dolarización fue abandonada ante la presión de China para cobrar el swap. Lejos de la recuperación en ‘v”, la economía argentina se destruye a niveles históricos.

Los últimos datos de actividad económica registraron su quinto mes consecutivo en rojo, cayendo en marzo un 8,4% interanual y un 1,4% respecto a febrero. El primer trimestre cerró con una contracción del 5,3% interanual.

En abril, solo la balanza comercial mantuvo un saldo positivo de USD 1.820 millones, con exportaciones que aumentaron un 10,7% (el agro explica el grueso de las mismas) y las importaciones que cayeron un 22,7%, producto del cepo cambiario.

La deuda del Tesoro en pesos representa el 44,7% del PIB, cuando a fines del 2019 representaba el 17%. Un dato para seguir de cerca, dado el historial negativo que tiene el tesoro a la hora de cumplir con sus obligaciones.

A pesar de los datos de actividad, el gobierno mantiene su imagen alta. El último informe del Índice de Confianza en el Gobierno que publica la Universidad Torcuato DiTella, mostró un aumento del 2,7% en mayo, alcanzando 2,51. A pesar de este incremento, el nivel actual es comparable al de julio de 2020, durante el inicio de la pandemia bajo el gobierno de Alberto Fernández.

El mercado financiero argentino sigue mostrando señales de volatilidad. La reciente licitación de Lecaps y la estrategia de rotación de pasivos del BCRA al Tesoro evidencian una presión constante sobre la base monetaria y las tasas de interés. La suba del dólar blue y los dólares financieros refleja la incertidumbre y la falta de confianza en la estabilidad económica a corto plazo.

El dólar blue alcanzó los $1.280 la semana pasada, con una brecha respecto al tipo de cambio oficial del 44%. Los dólares financieros (MEP/CCL) acumularon subas entre el 16% y el 19%, con una brecha del 39% al 42%. Los Mercado de Bonos y Acciones cayeron entre un 7% y un 9.

Para cerrar el artículo, desde la victoria de Milei disminuyó la percepción del riesgo en Argentina de corto plazo, pero aumento en el mediano y largo plazo. Basta con ver la evolución de la probabilidad implícita de default derivada de los CDS (Credit Default Swaps ) argentinos. Desde el ballotage las probabilidades acumuladas de default correspondientes a 1 y 4 se desplomó de 68% (pre-ballotage) a casi 30%. Pero cuando miras la probabilidad acumulada a diez años prácticamente no se movió. Bajo de 100% a 97,7% en el mismo período.

En tanto no se encaminen las modificaciones estructurales, y se logre establecer con claridad un plan de estabilización, en el largo plazo todavía el mercado nacional e internacional no la estaría viendo…